lunes, 10 de diciembre de 2007
La Ilustración en Canarias
La Ilustración alcanzó también los territorios extrapeninsulares, como en el caso de Canarias, donde arraigaría con notable vigor. También aquí la expansión de las corrientes ilustradas ha de ponerse en relación con las tertulias, particularmente con la celebrada en casa de Tomás Lino de Nava, quinto marqués de Villanueva del Prado, en su palacio de La Laguna, o con la desarrollada en casa de los Iriarte en Puerto de la Cruz, a la que concurrían hombres como el periodista José Clavijo y Fajardo y el científico Agustín de Betancourt, aunque todos ellos abandonarían pronto el archipiélago para instalarse en la Corte. José Viera y Clavijo también dejaría Canarias para acompañar al joven marqués de Santa Cruz por Europa (legándonos como testimonio su crónica Viajes a Francia, Flandes, Italia y Alemania por los años de 1777 a 1781, publicados en 1849), pero más tarde se reintegraría a su tierra natal para hacerla objeto de estudio en su Historia Natural de las Islas Canarias (1772-1783). La llama de la Ilustración, pese a tanta ausencia, sería mantenida por los socios de las Sociedades Económicas de Las Palmas (fundada por el obispo Juan Bautista Servera y cuyo principal impulsor sería el propio Viera y Clavijo) y La Laguna, fundada por el mencionado marqués de Villanueva del Prado y seguida posteriormente por su hijo, Alonso de Nava, quien además se ocuparía de dejar por escrito sus ideas agronómicas y de fundar y dirigir durante más de cuarenta años el Jardín Botánico de la Orotava, centro de aclimatación de plantas tropicales.
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